Los trenes se van al purgatorio del escritor chileno Hernán Rivera Letelier nos relata el viaje del "Longino", un tren encargado de transportar pasajeros a las mineras del salitre ubicadas en el norte de Chile y las historias de los pasajeros que lo van abordando.
En una de las paradas del tren se sube un cuentista que nos relata la historia de Alma Basilia que vivía en la oficina salitrera llamada Resurrección.
Las oficinas salitreras funcionaron en Chile desde el año 1830, teniendo su mayor auge por el año 1910 donde miles de hombres se iban a trabajar a las minas en busca de mejores condiciones de trabajo que en realidad no obtenían,pero que era la mejor opción para subsistir y mantener sus hogares. Por dentro estas oficinas parecían verdaderos pueblos ya que los mineros y demás trabajadores vivían en ese lugar y muchas veces eran acompañados por sus esposas e hijos los que necesitaban establecimientos para cumplir sus necesidades; Es por esto que tenían escuelas, pulperias (negocio de la salitrera donde se cambiaban las fichas por alimentos y abarrotes para el hogar), etc. y la oficina Resurrección no era la excepción, como era pequeña había una profesora, entre otras cosas una cantina y una prostituta encargada de ayudar a los mineros y lugareños a desahogarse, aliviar sus deseos o simplemente desestresarse a través de sus servicios.Este era el papel de Alma Basilia la ramera como le gustaba que la llamaran por motivos que ya describiré a continuación.
Me causa extrañeza la manera en la que el autor nos presenta esta historia imbricada, ya que no nos queda la sensación de la típica mujer de corazón frió que ofrece sus servicios solo por el dinero sin mostrar su verdadera pasión y entrega, sino que, mas bien, nos describe a una muchacha recién adulta, menuda,reservada y que, según los mas ancianos estaba enamorada del único árbol que había en la árida oficina de la pampa y que estaba plantado en la puerta de su casa.
Alma era llamada de distintas maneras entre los trabajadores "Y aunque Alma Basilia, solitaria y quitada de bulla, le dada lo mismo como la llamaran, personalmente se quedaba con el único apelativo con que nadie la trataba: ramera"(Rivera Letelier, 2000, p. 21).Era callada, pero entregada a su oficio, de hecho estuvo a punto de poner un letrero en la puerta de su casa anunciándose como "ramera", pero el administrador la vio justo en ese momento y se lo prohibió.
Pero dentro de todas sus cualidades, la más extraña era su relación Tolentino Floro,su árbol, ya que aunque esta ramera era entregada en lo que hacia, nunca se había enamorado verdaderamente de un hombre, sin embargo se dedicaba al cuidado de su árbol incluso hasta el punto que quedarse sin agua en los tiempos de sequía por regarlo y mantenerlo siempre verde. Es en esta relación donde me quiero detener y analizar, porque sabemos que la protagonista de esta historia es Alma Basilia pero Tolentino cumple un papel de igual relevancia, ya que sus vidas estaban ligadas desde el día del nacimiento de Alma hasta el de su muerte.
"El arbolito fue creciendo a la par con Alma Basilia y, a la vez, se fue convirtiendo en su único amigo y compañero de juegos" (Rivera Letelier, 2000, p. 31). Su padre lo plantó el mismo día de su nacimiento destinando su unión, de hecho, para poder hacerse conocer como ramera y como el administrador le prohibió colocar aquel cartel, puso una ramita de su árbol en la puerta de su casa que también le avisaría cuando llegara un mal cliente llorando lagrimas de resina, como le había dicho un empleado de la oficina que usaban en los prostíbulos de la antigüedad, y lo que pronto sucedería con la llegada de un forastero a su casa.
El árbol siempre recibía las atenciones de su dueña, se apenaba cuando ella tenia que salir a hacer las compras y se movía alegremente, a pesar de no haber viento, cuando esta regresaba.
Aquel forastero (y al parecer el primer amor humano de Alma Basilia) que mencioné antes resultó ser un asesino de mujeres y al igual que un novio celoso y desdichado al ver al mal amante que casi acaba con la vida de su amada, Tolentino Floro ahorcó al forastero de ojos verdes con sus fuertes ramas quitandole la vida; Pero Alma Basilia ya no volvió a ser la misma, cuando las oficinas salitreras comenzaron a decaer y fue el turno de cerrar de la oficina Resurrección la encontraron muerta en su cama a acusa de la resina de su árbol que había tomado para suicidarse. Podemos interpretar esto como un castigo hacia si misma, ya que cometió una traición e contra de su amado árbol al enamorarse de aquel hombre que intento matarla.
Podemos concluir que la historia de Alma Basilia se desarrolla en base a su relación con Tolentino Floro, como si fuera una verdadera relación de dos enamorados de carne y hueso. Vemos reflejada la etapa de amor y dedicación entre ambos amantes y como este cruel desenlace en su historia, digno de una obra de Shakespeare, no los separó de su amor y la placa en la sepultura de Alma que estaba justo a los pies de su árbol, se convierte en su lazo eterno. "Tolentino Floro y Alma Basilia S.A.E." lo que significa, "Tolentino Floro y Alma Basilia se aman eternamente".
Bibliografia:
Los trenes se van al purgatorio:
Hernán Rivera Letelier. (2000). Los trenes se van al purgatorio. Chile: Alfaguara.
Fuentes:
La vida cotidiana en la pampa salitrera (1830-1930):
Memoria Chilena. (2015). La vida cotidiana en la pampa salitrera (1830-1930). Agosto 30, 2016, de Memoria chilena Biblioteca nacional de Chile Sitio web: http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3548.html#presentacion
